La enfermedad, thelaziosis ocular, pueden transmitirla las moscas y provoca infecciones oculares en animales y personas, con síntomas como picor, lagrimeo, conjuntivitis y fotofobia.
El Servicio de Parasitología del Centro Nacional de Microbiología (CNM) ha participado en una investigación que describe un caso inusual de thelaziosis ocular. Se trata de una zoonosis infradiagnosticada y emergente causada por ‘Thelazia callipaeda’, un parásito (concretamente un gusano) que en ocasiones provoca una infección en los ojos de animales y personas tras ser transmitido por moscas que depositan larvas en la conjuntiva del huésped.
La thelaziosis ocular provoca síntomas como picor, lagrimeo, conjuntivitis y fotofobia. Si no se diagnostica o trata a tiempo, puede complicarse, agravar los síntomas y derivar en úlceras corneales.
Estos nematodos suelen encontrarse bajo los párpados de animales como perros, gatos y ratones y, aunque su transmisión a personas no es muy común, puede causar infecciones en humanos debido a la transmisión mediante vectores como determinadas moscas.
El estudio de este caso particular de thelaziosis ocular, publicado en la revista científica ‘American Journal of Ophthalmology Case Reports’, supone un nuevo ejemplo de cómo hay enfermedades emergentes que cada vez se dan en más regiones del mundo y que no siempre reciben la suficiente atención.
Muchas zoonosis (enfermedades causadas por patógenos que puedan pasar de los animales a las personas) están ganando protagonismo en lo que va de siglo, como puede observarse con la mayor difusión e incidencia de infecciones como la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas, el Virus del Nilo Occidental o la Fiebre de Crimea-Congo.
ENCUENTRAN DOS GUSANOS EN EL OJO DE UNA MUJER
José Miguel Rubio, científico de la Unidad de Parasitología del CNM-ISCIII y de la Unidad de Investigación en Medicina Tropical y Salud Internacional, es uno de los firmantes del artículo, que analiza el caso de una mujer de 81 años que acudió a Urgencias del Hospital Príncipe de Asturias de Madrid con una historia de enrojecimiento ocular y lagrimeo de una semana de duración, que no había mejorado a pesar de la prescripción de antibióticos y corticosteroides.
Una prueba de biomicroscopía reveló signos de conjuntivitis bilateral y secreción mucopurulenta y, bajo una zona conocida como conjuntiva tarsal superior en el ojo izquierdo, se identificaron dos gusanos filiformes, que fueron retirados y remitidos al Centro Nacional de Microbiología para su estudio microscópico e identificación genética. El resto del examen oftalmoscópico fue rigurosamente normal. La PCR realizada por el equipo de Rubio resultó positiva para el nematodo ‘Thelazia callipaeda’. Además del análisis científico y las pruebas clínicas, la paciente contó a los médicos que había estado de vacaciones de verano en contacto con perros, que estaban infectados con estos gusanos oculares.
EVITAR DIAGNÓSTICOS Y TRATAMIENTOS ERRÓNEOS
La investigación, coordinada por Marta Isabel Martínez Sánchez, del citado hospital madrileño, resalta que la thelaziosis ocular es una zoonosis emergente en España y en el resto del mundo. Tal y como explica Rubio, la recomendación de los autores de este trabajo es que los oftalmólogos incluyan esta infección en humanos como posible causa de conjuntivitis, lagrimeo y úlcera corneal, ya que de esta manera podría evitarse parte del infradiagnóstico y los tratamientos inadecuados.
La investigación también señala que la epidemiología de la enfermedad hace que la anamnesis (datos reunidos en la historia clínica de un paciente) es fundamental en el manejo de la enfermedad. Además, los autores apuntan que la biomicroscopía confocal es una herramienta útil para identificar este gusano ocular, pero que el diagnóstico definitivo debe realizarse teniendo también en cuenta la identificación morfológica al microscopio, junto con un análisis e identificación molecular con PCR.
Rubio resume así la importancia de mejorar la atención de enfermedades emergentes como la thelaziosis: “Es preciso aumentar el conocimiento que se tiene de estas patologías en los diferentes servicios de los hospitales, en este caso en los departamentos de Oftalmología, ya que deben lidiar con otras zoonosis similares ligadas a nematodos oculares, que en ocasiones pueden confundirse entre ellas o con otras infecciones tropicales. Por ello, hay que evitar diagnósticos, tratamientos y demás actuaciones clínicas erróneas desarrollando métodos que permitan una rápida identificación de ésta y otras zoonosis”.
Al respecto, el Laboratorio de Diagnóstico y Referencia de Parasitología del CNM-ISCIII, con sus Unidades de Helmintiasis, Malaria y Parasitosis Emergentes, están desarrollado diversas técnicas de diagnóstico molecular encaminadas a la identificación específica de estas zoonosis.
Fuente: El Mundo