Una investigación arrojó que las personas que roncan, experimentan somnolencia, insomnio o duermen poco presentan más riesgo de glaucoma. Una especialista explica por qué y cómo se debe dormir correctamente.
La mala calidad del sueño, que incluye tanto dormir demasiado como muy poco, la somnolencia diurna y los ronquidos, puede estar relacionada con un mayor riesgo de desarrollar glaucoma, una pérdida de visión irreversible.
El dato, al cual habría que prestarle atención según los especialistas, surge de un amplio estudio del Biobanco del Reino Unido publicado en la revista de acceso abierto BMJ Open. Los resultados subrayan la necesidad de una terapia del sueño en las personas con alto riesgo de padecer la enfermedad, así como de revisiones oculares entre quienes padecen trastornos crónicos del sueño para comprobar si hay signos tempranos de glaucoma.
Salud ocular: por qué es clave dormir bien
María Angélica Moussalli (MN 80.561), oftalmóloga de la Sección Glaucoma del Hospital Italiano de Buenos Aires, destacó la importancia de dormir la cantidad de horas adecuadas y en la posición correcta y consultar con un especialista ante cualquier síntoma.
La especialista aclaró también que no todas la personas que roncan significa que van a tener glaucoma, sino que posiblemente exista una mayor incidencia. “No se trata de generar alarma, pero sí entender que no dormir bien en un paciente con glaucoma puede acelerar el daño del nervio óptico”, detalló.
Muchos trabajos publicados señalan que la falta de oxígeno que se produce al roncar o por una apnea del sueño empeoran el cuadro en personas con glaucoma.
Para profundizar en estas cuestiones, los investigadores del Reino Unido se propusieron determinar el riesgo de glaucoma entre las personas con diferentes comportamientos de sueño: insomnio, exceso o falta de sueño, cronotipos nocturnos o matutinos (“búhos” o “alondras”), somnolencia diurna y ronquidos. Se basaron en 409.053 participantes, todos ellos con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años cuando fueron reclutados, y que habían proporcionado detalles sobre sus comportamientos del sueño.
Tras un seguimiento promedio de poco más de 10,5 años, se identificaron 8.690 casos de glaucoma, entre los cuales tendían a ser mayores, varones, haber fumado alguna vez y tener presión arterial alta o diabetes. Asimismo, la duración del sueño de muy corta o larga duración se asoció con un aumento del riesgo del 8%, tener insomnio con un 12%, roncar con un 4% y la somnolencia diurna frecuente con un 20%.
Qué es el glaucoma
El glaucoma es una de las principales causas de ceguera y probablemente afectará a unos 112 millones de personas en todo el mundo de aquí a 2040. Se caracteriza por la pérdida progresiva de células sensibles a la luz en el ojo y por el daño al nervio óptico, y sus causas y factores contribuyentes son aún poco conocidos, pero si no se trata, el glaucoma puede progresar hasta la ceguera irreversible.
Cómo dormir bien y de manera correcta
Moussalli explicó que al dormir bien, la cantidad de horas adecuadas, el cuerpo produce hormonas saludables, al tiempo que disminuye la hormona del estrés, el cortisol. “Si aumenta el cortisol mientras dormimos y no bajamos los niveles adecuados, ese estrés va a aumentar la presión intraocular. Y obviamente va a generar un estrés también en el nervio óptico porque disminuye la cantidad de oxígeno que se entrega en forma adecuada”, detalló.
La oftalmóloga también remarcó la importancia de la posición al dormir. “Los pacientes con glaucoma crónico simple de ángulo abierto tendrían que dormir con la cabecera a 30º. Una solución sería levantar con tacos un poco la cama a la altura de los pies. No se recomienda dormir sin almohada. Es fundamental dormir boca arriba”, agregó.
Fuente: La Voz