A medida que pasan los años, los exámenes regulares de la vista se vuelven cada vez más importantes para preservar bien la vista.
La presbicia generalmente comienza a principios de los 40 años y puede aumentar con la edad. Incluso las personas que ven bien y que no tienen enfermedades oculares relacionadas con la edad ,pueden tener cambios en la visión que pueden no ser evidentes. Por ejemplo, puede volverse gradualmente más difícil distinguir un objeto de su fondo cuando son del mismo color (como una taza de café con leche sobre una mesa blanca). Esto se llama pérdida de “sensibilidad al contraste”.
Para las personas mayores, la capacidad de ver bien con diferentes luces puede cambiar. Al pasar de un área bien iluminada a una con poca luz (o al revés), sus ojos pueden tardar más en ajustarse y enfocar, o no se ajustan muy bien.
Los problemas para adaptarse a la luz y la oscuridad pueden dificultar la conducción, especialmente de noche o bajo la lluvia. Conducir puede ser aún más desafiante cuando las enfermedades oculares afectan su visión periférica (lateral) o aumentan su sensibilidad al deslumbramiento.
Para las personas mayores de 60 años que conducen autos se recomiendan las siguientes medidas de seguridad:
- Conducir exclusivamente durante el día
- Reducir la velocidad
- Ser extremadamente cauteloso en las intersecciones
- No distraerse con el celular, radio, una llamada, enfocarse en la conducción
- Mantener el parabrisas limpio por dentro y por fuera y asegurarse de que los anteojos no estén rayados ni sucios.
Es importante hacerse un examen completo de la vista con su oftalmólogo cada uno o dos años después de los 65 años.