Entre las enfermedades que afectan a nuestros ojos, está la llamada enfermedad ocular tiroidea. ¿Quieres saber más sobre ella? Acá te contamos.
La enfermedad ocular tiroidea puede darse en pacientes que ya tienen una afección en la tiroides o en otros casos es el primer problema que lleva a descubrir la enfermedad. Los síntomas que suelen presentarse son ojos secos, llorosos, rojos, saltones, una “mirada fija”, visión doble, dificultad para cerrar los ojos y problemas de visión. Resultados de investigaciones demuestran que se produce un desequilibrio o un problema de reconocimiento en el sistema inmunológico, al ser un trastorno autoinmune. Las opciones de tratamiento para problemas que comprometen la visión en la enfermedad ocular tiroidea incluyen corticosteroides u otros medicamentos antiinflamatorios, radiación y cirugía. En algunos casos puede ser necesaria una combinación de estos tratamientos para proteger la visión.
¿Cómo se produce la enfermedad ocular tiroidea?
La enfermedad ocular tiroidea está relacionada con el sistema inmunológico, en el cual se produce un desequilibrio de reconocimiento. El sistema inmunológico es el que protege a nuestro cuerpo de invasores extraños como bacterias, virus y de células anormales como el cáncer.
En la enfermedad ocular tiroidea, el sistema inmunológico detecta una reacción anormal en los músculos del tejido graso que rodea a los ojos. Aunque la mayoría de los pacientes con esta afección tendrán análisis de sangre con resultados anormales para los niveles de hormona tiroidea, algunas personas presentan esta enfermedad ocular a pesar de que los niveles hormonales se encuentren normales.
Cuando se detecta una afección ocular de este tipo, el oculista seguramente derivará al paciente a que haga una consulta con un endocrinólogo para controlar sus niveles hormonales. El médico puede aconsejar la ablación de la glándula tiroides hiperactiva o tomar medicamentos para la tiroides por vía oral, esto cuando se detecta que la glándula está poco activa.
Aunque los niveles hormonales se normalicen, esto no garantizará que el paciente igual desarrolle una enfermedad ocular tiroidea. En general, aproximadamente una cuarta parte de las personas desarrollan esta afección ocular antes, durante o después del diagnóstico de su trastorno de la tiroides.
Síntomas y tratamientos oculares
Esta enfermedad puede afectar muchas partes del ojo y de los tejidos circundantes. Las glándulas lagrimales pueden provocar ojos húmedos o secos y ambos síntomas pueden ocurrir en el mismo paciente, en distintos momentos. En estos casos la lubricación con gotas o ungüento puede aliviar esta irritación.
La reacción inmune anormal causa hinchazón en los tejidos de los párpados y la órbita, lo que puede causar que los párpados se vean hinchados. Este problema se puede tratar quirúrgicamente para que los párpados vuelvan a tener su forma habitual.
Otros de los síntomas que puede presentar es que los músculos de los párpados se suelen tensar y tirar del párpado superior hacia arriba y el inferior hacia abajo. En ocasiones, el especialista recomendará realizar una cirugía.
Fuente: Ok Diario