No usar los anteojos ópticos que te fueron prescritos, puede ocasionarte problemas y efectos negativos de diversa índole, a corto y a largo plazo, ya sea tropiezos y caídas, menor rendimiento escolar y en el trabajo o incluso mayor riesgo de sufrir accidentes de tránsito.
También, lagrimeo constante, dolores de cabeza y fatiga frecuentes, irritación de los ojos, entre otras molestias visuales.
En el caso de los niños, no usarlas puede derivar en que el sistema visual puede no desarrollarse correctamente y se pueden eventualmente producir ambliopías, más conocidas como ojo vago. Asimismo, el no uso de lentes ópticos puede derivar en patologías y desviaciones oculares importantes en el futuro.
Si bien es cierto que para muchos no utilizar anteojos presenta beneficios en términos estéticos y prácticos, es sin duda mejor buscar alternativas como los lentes de contacto o la cirugía lasik pero jamás no se debe dejar la vista sin corregir.
Además, el no llevarlas, aumenta drásticamente las posibilidades de sufrir otro tipo de afecciones visuales, diferentes a la inicial.
Escoger unos bonitos marcos que combinen bien con tu cara resulta un aspecto clave, sobre todo en los niños pequeños, quienes son los que usualmente más se niegan a utilizar los lentes opticos diariamente.
En este sentido, se vuelve fundamental enseñarles a los hijos la importancia en el uso de los anteojos, además de explicarles los riesgos que conlleva no utilzarlos con frecuencia para que el día de mañana puedan entender que se trata de un ayuda y un alivio para los ojos más que una molestia.