¿Qué es el síndrome del ojo seco y cómo detectarlo?

Ya con el nombre “ojo seco” podemos imaginar de qué se trata este síndrome, afección que si no se toma en cuenta a tiempo, puede generar problemas crónicos en la retina, bajando la calidad visual en un porcentaje muy alto.

El síndrome de ojo seco es un padecimiento que aparece cuando el ojo no tiene el lagrimal funcionando con normalidad, lo que origina problemas en la humectación del ojo, no eliminando correctamente cualquier partícula nociva que se haya podido introducir en el globo ocular.

Las causas de su aparición son muchas, incluyendo la edad avanzada, los problemas hormonales y el exceso del uso de pantallas como celulares y computador.

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A esto, se le suma que las personas que usan lentes de contacto tienen mayores posibilidades de sufrir ojo seco, ya que el uso de estos suele resecar el ojo.

Otro de los factores desencadenantes del ojo seco es la exposición a un ambiente muy contaminado. El humo, el aire acondicionado y los climas mayoritariamente secos, contribuyen a la sequedad del ojo.

¿Cómo se manifiesta?

Inicialmente las manifestaciones del síndrome del ojo seco consisten en la sensación de picores, lagrimeo e hipersensibilidad a la luz.

Si no se hace caso a los síntomas, puede perderse la agudeza visual e incluso puede haber un riesgo severo de pérdida de visión.

Se recomienda evitar el uso excesivo de pantallas como computadores y celulares, la exposición a ambientes secos y el uso de calefacción o aire acondicionado.

También se deben aplicar lágrimas artificiales, que sustityen a las naturales, para así proteger el ojo y mantenerlo hidratado.

El síndrome del ojo seco, suele desaparecer con el tratamiento humectante de las lágrimas artificiales y en muy pocas ocasiones provoca la pérdida de visión permanente.

De todas maneras, cuando la incomodidad es muy grande, se aconseja visitar al oftalmólogo, en concreto si el picor del ojo es demasiado o el enrojecimiento escapa a la normalidad.