Diversos estudios en todo el mundo indican con certeza que ell uso excesivo del teléfono celular en los niños puede afectar su salud mental, física y psicológica. En el país y a nivel mundial su demanda va en aumento, ya sea en las actividades diarias o como una distracción, en menores y adultos y sobre todo considerando la realidad de confinamiento actual.
Según un estudio presentado en febrero de este año por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) y VTR, el 86% de los niños entre 10 y 13 años dijo tener un celular propio y su principal actividad con este dispositivo es jugar. El estudio, llamado “Radiografía Digital 2019”, se realizó con motivo del Día Internacional de la Internet Segura y consideró a 5.500 niños entre 10 y 13 años de 34 colegios de la Región Metropolitana. Concluyó que lo que más hacen los niños chilenos en Internet es jugar con 49%, ver videos 47%, películas o series 40%, usar redes sociales 33% y 32% escucha música. Por otra parte, el 86% declaró tener celular propio, un 28% reconoció haber sido testigo de ciberbullying y un 54% señaló haber jugado en línea alguna vez con un desconocido. Esta cifra sin duda durante estos últimos meses ha aumentado.
Sobrepeso
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que durante los últimos años aumentaron los casos de obesidad en niños y adolescentes, directamente relacionado con la falta de actividad física por el uso del celular. Se determinó que un tercio de los adolescentes entre 13 y 15 años de edad presentaban problemas de sobrepeso. En 2019 la OMS dio nuevas directrices sobre actividad física, sedentarismo y sueño para niños menores de 5 años, elaboradas por un comité de expertos. En este informe se evaluaron los efectos que tienen en los niños pequeños un sueño inadecuado y el tiempo que pasan sentados mirando pantallas o sujetos en sillas y coches. Según las nuevas directrices “el patrón de actividad general a lo largo de las 24 horas del día es clave: hay que reemplazar los periodos prolongados en que los niños pequeños permanecen sujetos o dedicados a actividades sedentarias frente a una pantalla por juegos más activos”, señala la OMS.
Trastornos del sueño
El uso de celulares, tablets u otros dispositivos electrónicos antes de dormir puede provocar en niños y adolescentes falta de sueño y por consiguiente generar dolores de cabeza, problemas de concentración en los estudios y hasta irritabilidad, según especialistas.
Hiperestimulación
A los menores de dos años expuestos a dispositivos electrónicos les puede provocar hiperestimulación sensorial y la parte neurológica se ve afectada por lo que no duermen adecuadamente.
Calambres en brazos y manos
Según un informe de la OMS, los menores pueden llegar a padecer RSI (Repetitive Strain Injury) o Lesiones por Movimientos Repetitivos (LMR).
Aislamiento social
Su uso sin control puede generar dificultad para relacionarse con otros niños o para adaptarse a diferentes entornos. Psicólogos clínicos recomiendan a los padres ejercer una supervisión y fijar horarios establecidos.
Déficit visual y otras afecciones
La exposición continua a las pantallas de los celulares a temprana edad puede provocar problemas como miopía o astigmatismo.
Según especialistas de Ultravisión, el primer chequeo visual debe ser a partir de los cinco años así no se presente molestia. También se aconseja una visita frecuente al especialista como una medida de prevención.
A todo lo anterior se suma la inquietud de si los celulares podrían provocar o no tumores que afecten el cerebro. Un artículo on line publicado en el 2018 en BBCMundo sobre cuáles son los teléfonos móviles que emiten más radiación y qué puedes hacer al respecto, menciona que la Sociedad Americana Contra El Cáncer (ACS, por su sigla en inglés) explica en su sitio web que “la inquietud se concentra en si los teléfonos celulares podrían incrementar el riesgo de desarrollar tumores en el cerebro o en la región de la cabeza y cuello”. Aunque este organismo “afirma que las ondas emitidas por los celulares ‘no son lo suficientemente intensas como para ocasionar daños en el ADN de forma directa o calentar los tejidos corporales’, también dice que ‘no está claro cómo los teléfonos celulares podrían causar cáncer’ y que hay estudios que respaldan esa idea, aunque por ahora no tienen suficiente evidencia”.