Durante gran parte del día estamos frente a pantallas, ya sea en el trabajo, ratos libres e incluso antes de acostarnos por la noche. La pantalla ha sustituido situaciones y la presencia de personas en nuestros espacios, hoy los especialistas lo plantean como una pandemia que afectará cada vez a más jovenes en el mundo.
La salud visual de los más jóvenes y adolescentes se ha visto afectada en los últimos años por los cambios sociales y tecnológicos que se están produciendo. Si bien esta revolución tecnológica ha significado grandes avances y ventajas para el desarrollo de la humanidad, también ha tenido efectos nada favorables, particularmente en términos de salud ocular. Los nativos digitales, nacidos entre 1992 y el 2005, ya son la generación con la mayor tasa de miopes en comparación con generaciones anteriores. De acuerdo a investigaciones, estos jóvenes presentan media dioptría de miopía más que los jóvenes de la generación anterior a su misma edad.
Actualmente, seis de cada diez jóvenes son miopes y afecta en mayor proporción a las mujeres, esto debido en parte a un factor hereditario y a la cantidad de horas diarias que pasan y se dedican al uso de aparatos electrónicos con pantallas, ya sea el celular (4 a 8 horas diarias), la tablet y el computador (2 a 4 horas diarias) lo que los hace exigir y forzar la vista permanentemente de cerca, mientras la vista de lejos se va deteriorando paulatinamente, lo que a su vez promueve al sedentarismo y los riesgos de desarrollar sobrepeso y obesidad a temprana edad.
Por otra parte, la miopía es una patología visual que puede derivar en otros trastornos oculares más severos en la adultez como el desprendimiento de retina, el glaucoma y las distrofias maculares. En este sentido, según un estudio, el 40% de la personas miopes de más de 8 dioptrías, es decir que padecen miopía severa , pueden padecer un trastorno de retina en la edad adulta.
Debido a lo anterior, es de vital importancia que los padres regulen y reduzcan el tiempo que los niños pasan diariamente frente a una pantalla y de igual forma, deben fomentar las actividades al aire libre con el fin de trabajar y ejercitar la vista de lejos.
Si bien, las consecuencias del exceso de uso de pantallas no son inmediatas, en el mediano plazo se pueden observar atisbos de problemas oculares que se presentarán eventualmente y afectarán en el futuro. Asímismo, es necesario inculcarles a los niños la importancia de la salud ocular y de la regularidad con la que deben asistir a controles oftalmológicos de rutina.