La conjuntivitis es una inflamación de la membrana que recubre el globo ocular. Si bien es una alteración bastante frecuente y leve, los casos aumentan considerablemente en verano. La razón es simple: en época de vacaciones, los niños juegan con sus pares con mayor frecuencia y en espacios públicos como piscinas, lo que posibilita que los virus se propaguen con mayor facilidad.
Según los expertos, las bacterias sobreviven en el agua por períodos largos de tiempo lo que incrementa y aumenta las posibilidades de contraer conjuntivitis, sobre todo en niños, quienes son normalmente quienes pasan más tiempo en el agua y quienes además comparten de forma más espontánea las toallas y objetos personales.
Por eso se vuelve imprescindible la utilización de protección ocular como lentes para nadar, mascarilla y/o antiparras de agua. Además, se recomienda estar constantemente lavándose las manos, sobre todo antes y después de tocarse los ojos. Es ideal andar trayendo frascos de alcohol gel en la mochila o cartera, por ejemplo.
La conjuntivitis puede presentarse en tres formas distintas: viral, bacteriana y alérgica. Los síntomas característicos son comunes a todas: ojos rojos, lagrimeo, dolor y posiblemente ardor. En las conjuntivitis bacterianas es frecuente la secreción nocturna que provoca que el párpado esté pegado con lagañas al despertar. Las conjuntivitis alérgicas, además de tener desencadenantes muy marcados como el polvo, los animales o el polen, se distinguen por una constante picazón y no son contagiosas.
En este sentido, es importante consultar con un oftalmólogo, ya que cada una de ellas requiere de un tratamiento distinto, ya sea la indicación de antibióticos tópicos, antiinflamatorios, frío local, entre otros.
Generalmente, la conjuntivitis dura entre 8 y 12 días, y es de corta duración, pero en algunos casos puede prolongarse hasta por tres semanas y progresar causando serias complicaciones oculares.
Por lo tanto, para evitar complicaciones en la visión durante el verano, es importante seguir simples medidas de higiene, el uso de protección visual para nadar y en el caso de que hubiera una persona con síntomas en la proximidad, mantenerse alejado durante el período de contagio.