Un equipo de expertos de la Universidad de Columbia en Estados Unidos analizando cómo ciertos tipos de luz pueden ayudar a eliminar los virus de algunas superficies, establecieron que podría ayudar a reducir la propagación del Covid-19.
Este proyecto se basa en el estudio de la luz ultravioleta lejana (UVC lejana), que ha sido efectiva para destruir dos tipos de coronavirus estacionales en el aire (los que causan tos y resfriados), por lo que ha estado investigando estos últimos meses si también puede funcionar contra el SARS-CoV-2.
Diferencias entre los tipos de UVC
No todas son iguales, la luz ultravioleta convencional es altamente penetrante, por lo que puede causar cáncer a la piel y problemas oculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que ésta no debe usarse para esterilizar ninguna parte del cuerpo.
En este caso, la UVC lejana se diferencia en que no produce daño a la piel humana, ojos y otros tejidos, debido a que tiene una longitud de onda corta.
Expertos concuerdan que esto también podría servir para eliminar patógenos de otras enfermedades como el sarampión, la gripe o ciertos virus nuevos que aparezcan a futuro.
Si bien este tipo de luz no terminará con el Covid-19, científicos comentan su enfoque preventivo, el que puede ser un aliado para controlar su propagación.
En tanto, científicos de Boston, Estados Unidos, confirmaron hace unas semanas que la luz ultravioleta efectivamente elimina el 99% de los virus de las superficies y espacios como se había estipulado anteriormente pero no confirmado mediante un estudio científico.
Solo son necesarios seis segundos de exposición, tecnología que ya se está usando en Chile en el área de la salud. Aún así, este tipo de luz UV debe ser usado en espacios libres de personas, ya que puede generar daños en humanos y, sobre todo, en la vista.