A lo largo de la jornada, es común que las personas lleven sus manos al rostro, ya sea de manera intencional o no. De hecho, un hábito muy frecuente es frotarse los ojos tras un buen rato frente a las pantallas o al sentir una molestia en la visión.
Sin embargo, este hábito, aparentemente normal, puede conllevar a distintas complicaciones para la salud ocular. Así lo han afirmado los especialistas en la visión, quienes han señalado los principales riesgos de frotarse los ojos.
En primer lugar, explican desde la Clínica Oftalmológica del Caribe, frotarse los ojos sí puede aliviar ciertas molestias, ya que este movimiento estimula la secreción de las lágrimas, lo que permite que se lubriquen los ojos cuando están resecos y proporciona una sensación de alivio.
No obstante, como concuerdan varios especialistas, frotarse los ojos muy a menudo puede afectar la buena salud de los ojos. De acuerdo con el Instituto Nacional para Ciegos, inclusive puede llegar a provocar la pérdida de la visión.
¿Cuáles son los principales riesgos de frotarse los ojos?
Según el doctor Francisco José Muñoz Negrete, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid, consultado por Cuídate Plus,frotarse los ojos de manera constante puede deteriorar el músculo encargado de elevar el párpado, produciendo una caída del párpado, también conocida como ptosis palpebral.
Pero no es el único riesgo que se corre. Este hábito, que muchas veces se hace de forma inconsciente, puede tener otras consecuencias como heridas en la córnea, el queratocono, el desprendimiento de la retina, así como la aparición de líneas de expresión. SEMANA explica en qué consisten.
De acuerdo con un artículo escrito por Carlos Parra Dussan, director general del Instituto Nacional para Ciegos, una de las principales problemáticas derivadas del rozamiento de los ojos son las lesiones en la córnea, la parte más superficial del ojo. Esto generalmente ocurre cuando hay un mugre en el ojo: entonces, al frotarse, solamente se estaría moviendo el cuerpo extraño por toda la superficie, lastimando la córnea.
En esta misma línea, otra de las lesiones que puede padecer la córnea es el desarrollo de queratocono, que consiste en una deformación de la córnea a la parte de adelante del ojo, que toma forma cónica. Aunque esta afección se puede corregir con gafas o lentes de contacto, explica Dussan, en muchas ocasiones suele requerir cirugía.
Asimismo, la Clínica Oftalmológica del Caribe señala que con el roce frecuente de los ojos es posible que aparezcan líneas de expresión en la zona que rodea al ojo, puesto que es el área más sensible y delgada del rostro. Esto se debe a que con el movimiento, se estira y recoge la piel.
Dussan explica que, además, frotar los ojos provoca un deterioro y caída del párpado. “La piel de los párpados se puede echar a perder, nos pueden salir eccemas y otras lesiones, y también puede hacer que estos párpados acaben cediendo y no haga tan bien su función y quede un poco caída”, precisa el experto.
Asimismo, otra afección relacionada con el roce de los ojos es el desprendimiento de la retina. De acuerdo con los especialistas, esto podría deberse a una deformación del globo ocular, pero para que esto ocurra debe ser un movimiento brusco, intenso o cuando se genera mucha presión sobre la zona.
Por estas razones, los expertos recomiendan evitar el roce constante de los ojos y en su lugar optar por otras soluciones para aliviar las molestias que conllevan a frotarse los ojos, como gotas para los ojos.
Según el Instituto Nacional para los Ojos, que es parte de los Institutos Nacionales para la Salud de Estados Unidos, es importante revisar constantemente el estado de la salud ocular, conocer el historial familiar para identificar posibles afecciones genéticas, así como seguir todas las recomendaciones para proteger la visión.
Fuente: Semana