¿Qué es un trauma ocular?
Se refiere a la agresión física de los ojos y sus alrededores, provocada por un agente externo. Las más frecuentes son las producidas mientras se realizan trabajos de reparación o se practica algún deporte, principalmente por no utilizar la protección ocular adecuada.
Sin embargo, los factores que pueden ocasionar un trauma o lesión en los ojos son muy variados. Desde las mencionadas anteriormente, hasta pequeños accidentes en casa, accidentes en el tráfico, altercados, descuidos, entre otros. Por eso se debe ser cuidadoso al momento de manipular objetos filosos, usar siempre gafas de seguridad, principalmente durante los trabajos de reparación y remodelación. También se debe ser cauteloso al transitar cerca de construcciones o lugares donde se esté soldando o realizando trabajos pesados.
Evita restregarte los ojos fuertemente y debes lavarte las manos después de manipular sustancias corrosivas y evitar el contacto con los ojos. Entre los traumas oculares más comunes se pueden mencionar:
Abrasión corneal: las abrasiones o rasguños en los ojos se producen tras recibir un golpe en la zona, frotarse los ojos cuando hay un cuerpo extraño presente como polvo o granos de arena, entre otros elementos extraños en el ojo. Este tipo de lesión se caracteriza por presentar síntomas de mucho dolor, enrojecimiento del ojo y sensibilidad a la luz.
Contacto con sustancias cáusticas: son varias las sustancias que pueden ingresar a los ojos por medio de salpicaduras o pulverización. Muchas de ellas generan ardor o quemazón en el área, pero a largo plazo no representan un gran daño. Sin embargo, otras pueden producir consecuencias graves, es por ello que es importante conocer la composición química de ciertas sustancias para ayudar a reconocer rápidamente si se presenta una emergencia.
Ingreso de un cuerpo extraño: no es lo mismo la molestia generada por partículas minúsculas que ingresar a los ojos y causan molestias leves al daño que puedan provocar otras de tamaño considerable. Son comunes las esquirlas de metal, piedras pequeñas u objetos cortopunzantes. La indicación en estos casos es colocar un cono de papel o protección en el ojo, sin generar presión y asistir a un centro de salud especializado, inmediatamente. Por ningún motivo se debe intentar retirar el cuerpo extraño del ojo por medio propios.
Golpes o impactos: golpes por balones y objetos contundentes a gran velocidad, son dos de las causas más comunes del trauma ocular. La estructura de los ojos es muy delicada, por lo que cualquier impacto fuerte en la zona puede representar un riesgo para la salud visual.
Fuente: Prensa Libre