El ojo seco es una enfermedad muy frecuente y que puede empeorar con el otoño. Se produce en la que la superficie ocular, cuando esta no se encuentra correctamente protegida por la lágrima, por un déficit en la cantidad o calidad de la película lagrimal.
La prevalencia de esta patología ocular aumenta con la edad y es más frecuente en mujeres menopáusicas, debido a los cambios hormonales, según la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).
Los especialistas señalan otros factores de riesgo: el uso de lentes de contacto, algunas cirugías oculares, empleo de pantallas de visualización y algunos fármacos como antidepresivos o ansiolíticos.
¿Por qué empeora en otoño?
Según explica a Europa Press el doctor Enrique Artiaga, oftalmólogo del grupo Oftalvist, el ojo seco es un problema crónico que está presenta durante todo el año, aunque determinados factores ambientales del otoño pueden provocar un empeoramiento de los síntomas. Por ejemplo, los cambios de temperatura, el viento y determinados alérgenos, entre otros.
“Es una enfermedad que ocurre por alteraciones en la lágrima, tanto porque produzcamos poca cantidad o porque la lágrima producida no sea de una calidad adecuada”, detalla el especialista.
Síntomas para reconocer un ojo seco
Sabremos reconocer esta patología ocular, si reconocemos alguno de estos síntomas:
• Irritación.
• Ardor.
• Sensación de sequedad.
• Sensación de cuerpo extraño.
• Ojo lloroso. Se produce como consecuencia de la hiperproducción refleja de lágrima cuando, por mala calidad, la existente no protege la superficie ocular, apunta la SEO.
• Puede dificultar la visión, lo que lleva a parpadeos repetidos. Este síntoma, así como las molestias tipo arenilla, son frecuentes tras lectura prolongada o uso de ordenador.
Los oftalmólogos españoles explican que la mayoría de estos síntomas aumentan a lo largo del día, de manera progresiva, siendo más intensos a últimas horas de la tarde (tarde-noche).
En manos de un especialista
“Es frecuente que la gravedad de los síntomas que nos refiere el paciente no tenga un reflejo proporcionado con los síntomas que encuentra el oftalmólogo en la exploración y esto es algo que el profesional debe tener en cuenta”, explica el doctor Artiaga a Europa Press.
A su juicio, lo mejor es consultar lo antes posible con un especialista porque, como en cualquier otra patología, el diagnóstico precoz es importante para poder controlar lo mejor posible los síntomas y evitar una evolución negativa.
En la mayoría de las ocasiones, el ojo seco no conlleva complicaciones, aunque sí molestias para el paciente. Sólo en algunos casos, puede ser grave y favorecer la presencia de lesiones en la córnea que pueden comprometer la visión, puntualizan desde la SEO.
Consejos generales y tratamientos
Existen una serie de medidas generales, según los oftalmólogos: evitar ambientes con humo, corrientes de aire, ambientes secos, chorros de aire acondicionado dirigidos a la cara o conducir con las ventanillas cerradas. que le explicará su oftalmólogo.
Además, se pueden usar lágrimas artificiales, el principal tratamiento. Se trata de compuestos que imitan, en lo posible, la composición de la lágrima. Existen numerosas lágrimas artificiales en el mercado. Por eso y, ante todo, lo primero es consultar con nuestro oftalmólogo, que indicará la más apropiada para cada caso. Las lágrimas artificiales son inocuas y no crean dependencia, pero sí es necesario ser constante en este tratamiento.
Fuente: Mundo Deportivo