En época de pandemia, el higiene y limpieza han ganado mucho protagonismo en nuestras vidas. Según las autoridades sanitarias de todos los países, es una de las claves para mantener alejado el virus, así es que las casas están repletas de estos implementos.
Jabón líquido, el tan comentado alcohol gel y cloro son algunos de los elementos señalados para tal función. Sin embargo, ha surgido una preocupación en relación a este último, ya que al utilizarlo de manera incorrecta, puede generar problemas. Solo debe mezclarse con agua, señaló a Diario La Tercera en mayo de este año, Juraci Silva, ingeniero químico de la compañía química alemana BASF.
El ingeniero advirtió que los peligros se relacionan con la piel, la vista y el sistema respiratorio y entregó algunas claves a tener en cuenta:
– Al combinar vinagre y cloro, por ejemplo, se puede liberar cloro gaseoso (CL2), un gas tóxico que puede causar problemas a la persona que lo inhalan.
– Si se combinan desinfectantes en base a amoníaco con cloro: se convierte en triclororamina, provocando graves quemaduras en la piel, con posibilidad de asfixia y problemas oculares si se encuentra en interiores.
– Alcohol y cloro: forma cloroformo, una sustancia nociva para los pulmones, riñones, hígados, piel, ojos, sistema nervioso, además de provocar náuseas.
– El nivel de dilución del cloro en agua depende de la superficie a desinfectar. El experto explica que en pisos y baldosas se recomienda usar la solución en una concentración de 0.1% (50 ml de blanqueador por cada 1 litro de agua, es decir una medida de cloro por 5 de agua), así como para la limpieza de las suelas de los zapatos. No es necesario dejar los zapatos fuera de la casa al llegar, basta con aplicar esta solución en suelas y contornos del calzado.
– Finalmente, sobre el uso del producto para la higiene de las manos, dice que “no se recomienda desinfectar las manos con cloro, es muy agresivo para la piel y con el jabón bien aplicado como se ha enseñado en distintos videos y publicidades, es más que suficiente”, dijo.
