Un análisis global revela que el aumento es más pronunciado en este grupo de edad, lo que suscita la preocupación sobre el impacto en la salud.
El tiempo de exposición a las pantallas durante la pandemia de Covid-19 aumentó en mayor medida entre los niños de primaria, en un promedio de una hora y 20 minutos más al día, según revela la primera revisión global de una investigación.
El marcado aumento del tiempo frente a la pantalla estuvo asociado a una peor alimentación de los niños, a una mala salud ocular, a un deterioro de la salud mental, incluyendo la ansiedad, y a problemas de comportamiento como la agresividad, la irritabilidad y el aumento de la frecuencia de los berrinches, indicaron los investigadores.
Los resultados han provocado peticiones de intervención para frenar el impacto nocivo en la salud de millones de niños.
El mayor aumento diario del tiempo de exposición a las pantallas se registró entre los niños de seis a diez años. No obstante, se observaron aumentos “significativos” en todos los grupos de edad, incluyendo los adultos, según indicó la Universidad Anglia Ruskin, que dirigió el análisis global de los estudios.
“Esta revisión reveló que todos los grupos de edad aumentaron el tiempo total que pasan frente a la pantalla”, escribieron los investigadores en la revista eClinicalMedicine, que forma parte de la revista Lancet Discovery Science. “Los niños de edad de primaria registraron los mayores aumentos, seguidos por los adultos, los adolescentes y los niños pequeños. El tiempo de ocio frente a la pantalla también aumentó en todos los grupos de edad, siendo los niños de primaria los que presentaron los mayores aumentos, seguidos de los adultos, los niños pequeños y los adolescentes”.
Los investigadores descubrieron que, en general, el hecho de pasar más tiempo frente a pantallas como la de la televisión o el computador estaba asociado a un impacto negativo en la alimentación, el sueño, la salud mental y la salud ocular.
Los niños de primaria registraron los mayores aumentos, concretamente 83 minutos al día. Después se situaron los adultos, con 58 minutos, y los adolescentes (de 11 a 17 años), con 55 minutos. Los niños menores de cinco años registraron el menor aumento del tiempo de exposición a la pantalla, con 35 minutos, aunque incluso este aumento no es insignificante.
“Este estudio es el primero de su tipo que analiza sistemáticamente los trabajos de investigación revisados por pares sobre el aumento del tiempo de exposición a las pantallas durante la pandemia y su impacto”, señaló la profesora Shahina Pardhan, autora principal y directora del Instituto de Investigación de la Visión y la Vista de la Universidad Anglia Ruskin.
Y añadió: “Al reunir numerosos estudios, obtenemos un panorama mucho más preciso del tiempo que la población pasa frente a la pantalla y sus repercusiones asociadas a la salud. Como en cualquier estudio de este tipo, existen grados de variabilidad entre las investigaciones analizadas”.
“Sin embargo, el panorama general proporciona una clara evidencia de que se debe reducir el tiempo que se pasa frente a la pantalla siempre que sea posible para minimizar los posibles resultados negativos. Entre ellos figuran los comportamientos alimentarios adversos, el sueño, la salud mental y los efectos sobre la salud ocular”.
“También es importante que se promuevan actividades no sedentarias para mitigar los riesgos que conlleva el aumento del tiempo de exposición a las pantallas”.
Los investigadores analizaron 89 estudios de países como el Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Francia, Chile e Israel. El análisis se centró en el aumento del tiempo de exposición a las pantallas antes y durante la pandemia, detalladamente, abarcando una muestra total de más de 200 mil personas.
El estudio también analizó los distintos tipos de tiempo de exposición a las pantallas, y descubrió que el tiempo de ocio frente a la pantalla, o el tiempo de exposición a las pantallas no relacionado con el trabajo o el estudio, también aumentó en todos los grupos de edad. Los niños de entre 6 y 10 años volvieron a registrar el mayor aumento.
Además de los efectos nocivos para los niños, la investigación también identificó relaciones entre el aumento del tiempo frente a la pantalla y los resultados negativos en los adultos. Entre ellos, los efectos adversos en la alimentación, la salud ocular y la salud mental, tales como la ansiedad, la depresión y la soledad, y en la salud general, como la fatiga, la disminución de la actividad física y el aumento de peso.
Fuente: La Lista