Médicos y expertos de la la Universidad de Basilea en Suiza encontraron una relación entre el diámetro de los vasos sanguíneos de la retina y los niveles de presión arterial en niños pequeños, que ayudaría a identificar a aquellos con más riesgo de desarrollar hipertensión.
La hipertensión arterial se considera el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares y puede empezar a manifestarse desde la infancia. Ahora, una nueva investigación realizada por científicos de la prestigiosa universidad de Basilea en Suiza han descubierto que los niños pequeños que tienen más estrecho el diámetro de las arterias de la retina son más propensos a desarrollar hipertensión y que aquellos con niveles de presión arterial elevados tienen más probabilidades de desarrollar deterioro microvascular retiniano.
El estudio, realizado a un universo de 262 niños, de entre seis y ocho años de edad, procedentes de 26 colegios en la ciudad suiza en 2014, buscó encontrar el vínculo existente entre hipertensión y salud visual. En ese momento, a los niños se les tomó la presión arterial y de las arterias de la retina y luego, cuatro años más tarde, en 2018 se les volvió a practicar el mismo procedimiento.
Es importante mencionar que tanto la medida de la presión arterial de base como la del seguimiento se llevaron a cabo cuando los menores se encontraban sentados y tras un mínimo de cinco minutos de descanso, y se clasificaron de acuerdo a las recomendaciones de la Academia Americana de presión arterial pediátrica, que usan las mismas mediciones que la Asociación Americana del Corazón, que se ha hecho eco del estudio.
A partir del estudio se pudo concluir que:
- Los niños con diámetros inferiores en los vasos retinianos en la medición inicial presentaron una presión sistólica más elevada en el seguimiento.
- El diámetro de los vasos retinianos podría explicar entre el 29 y el 31% de los cambios que se habían producido en la evolución de la presión sistólica entre 2014 y 2018.
- Los menores con niveles de presión sanguínea más elevados de base experimentaron un significativo estrechamiento del diámetro arteriolar durante el seguimiento, en función de su peso y estado cardiorrespiratorio.
- Las medidas de la presión sanguínea inicial se relacionaron con el 66-69% de los cambios en el diámetro arteriolar retinal que se habían producido desde el inicio y durante el seguimiento.
En estudios anteriores el análisis de los vasos sanguíneos de la retina había resultado útil como predictor del riesgo cardiovascular en el caso de los adultos. El nuevo estudio, denominado ‘Retinal Vessel Diameters and Blood Pressure Progression in Children‘ (Diámetros de los vasos sanguíneos de la retina y evolución de la presión arterial en niños), es el primero que ha mostrado que también existe esta conexión en los niños.
Los expertos han analizado la situación y advertido sobre la importancia de crear estrategias de prevención que permitan identificar a aquellos niños que presentan mayores riesgos de desarrollar hipertensión para poder posteriormente suministrarles un tratamiento adecuado y realizar paralelamente cambios en sus estilos de vida con el objetivo de disminuir la presión arterial y evitar riesgos y alcanzar mayores beneficios.
Sin duda, llevar a cabo estas valoraciones durante la primera infancia puede mejorar la clasificación del riesgo cardiovascular, y adoptar las medidas preventivas oportunas en el caso de los pequeños que corren el riesgo de sufrir hipertensión podría contrarrestar el incremento de esta enfermedad tanto en niños como en adultos.