Seis síntomas físicos que un mes de confinamiento está afectando a la salud

Ha pasado alrededor de un mes desde que el gobierno declaró cuarentena total en ciertas zonas de la capital debido COVID-19 con el objetivo de evitar que las personas deambulen por las calles por causas injustificadas. Este tiempo de confinamiento ha supuesto un cambio de hábitos radical que empieza a notarse en el cuerpo y en el organismo. Estos son los síntomas más comunes que se pueden experimentar durante un aislamiento tan prolongado, su origen y qué hay que hacer para aliviarlos:

Sin duda esta crisis sanitaria está causando estrés y ansiedad en las personas, lo que propicia la aparición de trastornos respiratorios del sueño que podrían llevar a episodios más frecuentes de bruximo o molestias mandibulares, afecciones en el cuello y cefaleas. De acuerdo a especialistas, la mayor forma de combatirlos es utilizar férula por las noches. Para aquellas personas que no cuenten con este elemento, lo recomendables es disminuir el estrés estableciendo horarios y buenos hábitos del sueño -en lo posible procurar dormir boca arriba o de lado-. Es ideal durante el día, tratar de mantener el músculos de la zona de la boca relajados.

Las irritaciones y dermatitis se presentan como dos afecciones bastante comunes durante estos días de pandemia. Para aliviar estas molestias en manos y antebrazos, los dermatólogos sugieren aplicar cremas hidratantes con silicona que se fijan a la piel y resisten el arrastre del agua. Los casos son ahora más comunes porque con el estrés de la situación muchos han experimentado brotes de dermatitis seborreica que provocan, principalmente, picores de cabeza y caspa. También puede manifestarse en enrojecimiento de mejillas, aletas de la nariz y párpados.

El sistema digestivo es muy susceptible a los cambios que suscitan en nuestra vida diaria. El estrés o el nerviosismo al que estamos sometidos actualmente, sumado a la falta de movimiento y a una alimentación a veces poco cuidada y saludable, puede producir alteraciones en nuestro tubo digestivo, especialmente en personas que ya previamente padecían estos problemas. Es muy posible que el estreñimiento, uno se los síntomas más habituales en estos días, suela venir acompañado de hemorroides o incluso dolor abdominal. Debido a lo anterior es que se hace totalmente imprescindible llevar una dieta elquilibrada, incluyendo verduras y frutas -dos a tres raciones al día-, cereales -de cuatro a seis raciones al día-, evitar el tabaco y disminuir la ingesta de alcohol. Asimismo, respetar los horarios de las comidas y no comer tan tarde por la noche para que el organismo alcance a hacer la digestión de buena forma. Es importante también realizar deporte en casa aunque sean 10 minutos al día ya que la falta de actividad también es un factor que altera nuestro sistema digestivo.

La cuarentena ha provocado que muchas personas tarden más de lo habitual en conciliar el sueño, sufran en mayor medida de insomnio y sus horarios de dormir se vean desajustados lo que en la gran mayoría de los casos deriva en una evidente falta de energía durante el día. De acuerdo a especialistas, es recomendable ajustar el reloj biológico con estímulos como la luz -abrir ventanas y cortinas, salir al patio durante la mañana-, que está asociada a la actividad diurna y realizar actividades que inviten a descansar y a dormir durante la noche. El uso de luces cálidas y tenues, tomar té o bebidas calientes que ayuden a descansar la vista y el cuerpo son ideales. Se deben evitar los ejercicios mentales, el uso del celular hasta altas horas o trabajar durante la noche para de esta forma conseguir un sueño reponedor.

Pasar muchas horas sentado puede producir dolor lumbar, especialmente si estas horas de inactividad se pasan en el sofá. Y después de treinta días adoptando esta postura durante muchas horas, el dolor puede pasar de las lumbares a otras partes de la espalda. La solución es sencilla: moverse y, siempre que se pueda, usar asientos que favorezcan una buena postura. Si se cuentan con sillas ergonómicas en casa tanto mejor.

Las rodillas no son la excepción. Estar todo el día en zapatillas de andar por casa puede acabar causando molestias en las articulaciones de las extremidades inferiores, sobre todo si  el calzado no tiene los refuerzos adecuados. Por eso, se sugiere aprovechar el confinamiento para andar descalzo; de este modo se estimula la musculatura de los pies y se favorece una pisada correcta.