De seguro para ti ya es algo común, sin embargo, no están exentos de problemas. Es por eso que te presentamos 3 situaciones con las que, de seguro, si usas anteojos, te sentirás representado.
- “¿Dónde están? Ah, los llevo puestos”
Para muchos, los anteojos deberían traer GPS. Y es que no es extraño que, en un minuto de olvido, se queden encima de alguna mesa o escritorio olvidados, lo que nos hace estar por minutos buscándolos, sintiendo la angustia de pasar días sin ellos.
Leer también: ¿Realmente eres más inteligente por usar anteojos?
Pero lo peor ocurre cuando nos damos cuenta de que los llevamos puestos. Tranquilo, ocurre a menudo. Estamos tan acostumbrados a usarlos que ya ni notamos que están, literalmente, sobre nuestras narices.
- Anteojos y lentes de sol
Un día completamente despejado es un problema si no contamos con anteojos adaptados para cubrir los rayos solares -sí, existen y son mucho más cómodos-.
La solución es usar anteojos y sobre ellos, los lentes de sol. Algo que puede verse bastante extraño mientras caminamos por el centro de nuestra ciudad o por la playa. Por lo demás, quienes lo hacen advierten que disminuye bastante tu capacidad de ver claramente.
- Películas 3D
Otra vez, lentes sobre lentes.
Ir al cine a ver películas en tres dimensiones es un problema tremendo, pues la única solución para ver realmente bien el filme es utilizar los lentes 3D sobre los anteojos. De otra forma, habrás perdido el pago de tu entrada con imágenes borrosas o parciales.
Y como si no fuera lo suficientemente incómodo, hay que estar ajustándolos cada 5 minutos, rogando para que no caigan repentinamente.