Ponerse y quitarse la mascarilla se ha convertido en un ritual y hábito para la población mundial durante la pandemia del Coronavirus.
En todo momento, tras el eventual desconfinamiento, este tipo de protecciones se deben llevar se cumpla o no la distancia interpersonal de un metro y medio recomendada para toda actividad camino a la ‘nueva normalidad’.
En este escenario, es vital toda medida de prevención e higiene para evitar que el virus vuelva a propagarse con la intensidad y vuelvan a crecer de forma desmedida los casos de COVID-19
En el momento de quitarse la mascarilla, aunque parezca que la maniobra de retirar la protección de la cara ya está más que aprendida, no hay que olvidarse de los ojos y de un paso en el que, hasta ahora, probablemente muchos no habían reparado al manipular el tapabocas: el asegurarse de tener los ojos cerrados al deshacerse de la mascarilla como un “plus de seguridad”, así lo advierten lo expertos.
Es importante tener en consideración en todo momento las pautas que se deben seguir para ponerse y quitarse correctamente la mascarilla sin ponerse en riesgo de contaminarse, ya que al salir a la calle o tocarse la mascarilla sin querer puede haber presencia de virus en la protección.
Lo fundamental, sugieren los especialistas, es lavarse las manos concienzudamente antes y después de quitarse la mascarilla, que debe cubrir a la perfección boca y nariz para evitar la expulsión de microgotas. A estas recomendaciones, también se une el “juego” de no tocarse en ningún momento la cara ya que “probablemente tendremos las manos sucias” y, además, una acción que hasta ahora no era tan común. “Es fundamental quitarnos la mascarilla de atrás hacia adelante, sin tocar nunca la parte de delante y cerrando los ojos. Una vez que nos quitamos la mascarilla, de nuevo nos lavamos las manos, ya que no debemos perder de vista a los ojos, que también son una posible puerta de entrada al Coronavirus en el organismo.