Existe una gran variedad dependiendo de la afección ocular que se padezca. Sin embargo, unas pequeñas gotas en el ojo para aliviar cualquier reaparición de síntomas puede convertirse en un daño más grave si la conservación del producto no es buena.
Los colirios o gotas para los ojos son el tratamiento más común en infecciones o enfermedades oculares. Si acudes a cualquier oftalmólogo en busca de ayuda y por ende, a una farmacia, podrás encontrar una gran variedad de ellos. Y, es que, según el problema de salud visual que puedas tener, tendrás que elegir uno u otro. Eso sí, en forma todo son iguales, pues suelen ser envases muy pequeños para su correcta utilización en una zona tan delicada como los ojos.
A veces, puedes que te encuentres con monodosis o un envase en forma de lágrima. Estos suelen ser más comunes en lágrimas artificiales, que están destinadas para aquellas personas que padecen de ojo seco y tiene que volver a hidratarlo. No obstante, en envases más consistentes se pueden encontrar antiinflamatorios, antialérgicos y antibióticos, siendo este último con el que se trata comúnmente la conjuntivitis. Ahora bien, estos colirios presentan a su vez un gran riesgo para salud, sobre todo si están siendo reutilizados o en el peor caso, caducados. Una práctica que suele extenderse con facilidad.
¿Cuándo caduca un colirio?
Puede que la respuesta parezca evidente, pero todavía hoy muchos expertos advierten de los problemas que se encuentran en consultas por el mal uso de los colirios. La fecha de caducidad que sale impresa en el envase de un colirio se refiere a su caducidad mientras el envase se mantiene íntegro antes de abrirlo. Por lo tanto, una vez que abramos nuestro envase, esa caducidad deja de ser válida.
Entonces, tendremos que recurrir o bien a la misma caja de cartón o bien al prospecto del colirio para determinar hasta cuándo se puede utilizar una vez abierto. Por lo general, y si no es posible acceder a esta información, suelen ser máximo 4 semanas. Por eso, los médicos y farmacéuticos recomiendan anotar la fecha en la que se empieza a utilizar y su final. De hecho, ya son muchas las cajas que incluyen un pequeño cuadrado para señalarlo.
¿Qué le ocurre al colirio una vez abierto?
Los colirios suelen estar muy expuestos a microorganismos. Son muchos los fabricantes que recomiendan almacenarlos en lugares fríos como el refrigerador. Aunque pensemos que la caja de cartón puede ser un buen material frente a patógenos, lo cierto es que hay riesgo de que pierda su esterilidad. Por ello, una vez abierto, se van perdiendo las condiciones higiénicas del colirio.
Problemas que pueden ocasionar y consejos para evitarlos
Se acabó eso de reutilizar colirios o gotas humectantes abiertas desde hace meses. Las bacterias que pueden entrar en contacto con el envase o con el propio líquido en cuestión pueden ocasionar problemas fatales para tu visión. Puede que tus ojos se vean en el menor de los casos irritados, enrojecidos o inflamados y en el más grave, infectados.
Lo importante, es seguir una serie de consejos para evitar un daño mayor.
- Leer con atención las recomendaciones de uso del fabricante. Como ya se ha destacado, existe una gran variedad de colirios, por lo que unos puede varias según la fabricación.
- Desechar el colirio. Una vez que esté cumplido el tiempo, evitarás que lo puedas reutilizar.
- Evita el contacto. Hay que extremar el cuidado a la hora de aplicar el tratamiento en los ojos infectados y sobre todo tener una buena higiene de manos.
- No compartir. Es importante que cada miembro de la familia tenga su propio colirio en caso de que sea necesario.
- Formato monodosis. Pregunta al farmacéutico si existe el tratamiento en este formato. No obstante, si no son utilizadas por completo, deberás también desecharlas.
Fuente: www.20minutos.es