Dos estudios recientes dan nuevas luces sobre el cuidado ocular durante la pandemia. En ellos se señala que la presencia de una proteína en el ojo puede ser una puerta de entrada crucial y depositoria de la enfermedad. Una de estas investigaciones sostiene que la vía ocular es 100 veces más propensa al infectarse que otros como el H1N1, gripe aviar y el SARS.
Unos análisis realizados a una mujer de edad madura, proveniente de Wuhan que acababa de llegar a Italia que ingresó una unidad de aislamiento de un hospital italiano con tos seca, dolor de garganta y congestión nasal, dterminaron que dio positivo al examen y se convirtió en uno de los primeros casos en el país, comenzó a llamar la atención de los médicos: se observaba una fuerte y persistente conjuntivitis.
Sorpresivamente, tras varios exámenes cuyos resultados dieron negativo por presencia de COVID-19, el último realizado dio positivo, pero en esta oportunidad en su área ocular. Con este antecedente, los investigadores realizaron pruebas adicionales hasta descubrir que el virus en sus ojos se había estado replicando, dando sospechas que sus ojos podrían ser contagiosos.
El oftalmólogo Cristhian Urzúa, de la Clinica Alemana en Chile sostuvo que “lo que se sabe es poco, hay algunos casos reportados de conjuntivitis hasta la fecha”. “En este sentido se ha podido ver que el Covid-19 puede ser detectado en lágrimas de pacientes, y se han visto especímenes de conjuntiva tomados con biopsia que demuestran que el virus puede estar a este nivel”.
“Evidencia científica publicada y algunos estudios en curso han mostrado la capacidad del virus de infectar la conjuntiva (membrana mucosa transparente que tapiza el globo ocular) y por eso se ven algunos casos clínicos reportados de conjuntivitis en pacientes que lo han contraído”.
También, “se ha podido descubrir que a nivel de la conjuntiva estarían presentes los receptores humanos que interactúan con el virus para que ingrese al cuerpo y genere la infección. El receptor más importante es la enzima convertidora de angiotensina, y a nivel de la conjuntiva está descrito en escasos estudios el receptor ACE2 que estaría presente en la conjuntiva”.
Otros documentos y estudios que se han publicado alrededor del mundo apelan a confirmar el papel clave que tiene el Coronavirus en relación a la transmisión vía ocular.
Uno de ellos, publicado en bioxriv– depositorio de preimpresión de acceso abierto para las ciencias biológicas- y aún sin ser sometido a revisión por pares, apunta a la susceptibilidad de las las células oculares, incluida la conjuntiva, a la infección por SARS-CoV-2 que a su vez provoca la Covid-19.
En el estudio los científicos analizaron ojos de personas que no fallecieron a causa del Covid-19 y encontraron proteínas ACE2 y TMPRSS2, asociadas a la superficie celular que facilita la entrada del virus.
“La existencia de ACE2 y TMPRSS2 en las células epiteliales conjuntivales y corneales apoya la superficie ocular como un sitio secundario de infección después del tractorespiratorio, o incluso como el portal inicial de entrada a un individuo”, puntualizan los investigadores.
“La infección de las células de la superficie ocular podría convertir al ojo como un portador importante (del patógeno), y su eliminación del virus ocular constituye un mecanismo significativo para evitar la infección de otras personas”, concluyen.