Los dispositivos tecnológicos llegaron para quedarse y quienes más los
aprovechan – y quienes nacieron con la tecnología a la mano- son los millenials y generación Z.
Es por lo mismo que muchas veces se piensa que su riesgo a daños oculares es mayor al de las generaciones mayores.
Y la verdad es que los millenials y la generación Z (los que nacieron entre 1980 y 2010) están expuestos diariamente a sufrir mayores riesgos a la vista. Esto, porque no solo ocupan estos dispositivos tanto para su trabajo como para la vida diaria, pasando a ser una parte importante de la vida diaria de los jóvenes.
Y no es solo eso, sino que además son “multipantallas”. O sea, muchas veces
están con el computador encendido, con la televisión prendida y además, mirando el celular.
Pero ¿cómo afecta esto en nuestra visión?
Primero que nada, tenemos que entender que el constante uso de la tecnología afecta directamente a nuestra visión.
Y uno de los principales problemas derivados de esto es la resequedad ocular.
Para evitar este tipo de problemas oculares, debemos parpadear periódicamente, entre 14 a 18 veces por minuto.
Lo sabemos, suena obvio, pero el tema es que al estar 100% enfocados en otra tarea, inconcientemente nuestro cerebro olvida pestañear. Así, provocamos una visión borrosa y miopía temporal.
Además, está el tema del insomnio, que en ambas generaciones ya se transformó en un tema común. Y para evitarlo (o al menos disminuirlo) la clave es dejar de lado el celular antes de dormir.
Sabemos que parece imposible, pero es vital tenerlo en cuenta si queremos
descansar realmente.
Al final de todo, no es necesario cortar el acceso a la tecnología, pero sí debemos aprender a convivir con ella, sin dañar nuestra vista.
Para eso, es importante seguir los pasos que hemos entregado anteriormente para mantener una vista saludable.
Y no olvidar visitar a un especialista una vez al año.