Son muchas cosas las que pueden desencadenar una mala visión, partiendo por la higiene personal, como también vicios externos como el alcohol, el tabaco y la mala alimentación.
En el primer lugar de malos hábitos que afectan nuestra salud visual está el uso excesivo de pantallas electrónicas, pues su uso prolongado produce fatiga visual e incluso puede desencadenar enfermedades como miopía o astigmatismo.
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Parte del buen funcionamiento de nuestros ojos depende de la alimentación que recibimos a diario, pues comer alimentos altos en grasas, azúcar o sal, provocará problemas como hipertensión o diabetes, enfermedades que tienen una gran incidencia en la retina y la salud visual en general.
Según el Instituto de Oftalmología de Chile el 80% de los problemas visuales en el mundo se pueden evitar y sólo el 20% tienen carga genética u otra característica más específica.
El flujo sanguíneo de la zona ocular es muy importante y los altos niveles de colesterol pueden bloquearlo y generar una disminución en la oxigenación de los tejidos que rodean al ojo.
Por otro lado, está el exceso de sustancias como el tabaco y el alcohol, los que podrían orginar afecciones oculares como cataratas o glaucoma, enfermedades que si no se detectan a tiempo, pueden causar la pérdida total de visión en una persona.
Recuerda que si sientes que tu capacidad visual ha disminuido, debes acudir lo antes posible a un especialista para que te diagnostique y tu problema ocular pueda ser tratado a tiempo.