Para muchos pasar tantos días encerrado ha comenzado a transformarse en una problemática. El agobio y la ansiedad por salir a la calle ha ido incrementando con el correr de los días. Sin embargo, hay un problema de otro orden del que muchos no nos habíamos percatado antes; el que no nos toque el sol durante tantos días, puede generar ciertos problemas en el organismo.
Durante nuestra vida, necesitamos mantener un buen nivel de vitamina D, ésta ayuda a ayuda a controlar los niveles de calcio y fósforo en nuestro organismo, dos minerales que se tienen que tener para la formación normal de los huesos, entre otras cosas. Nuestro cuerpo produce esta vitamina cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso, con frecuencia se denomina la vitamina de la “luz del sol”. La mayoría de las personas satisfacen al menos algunas de sus necesidades de vitamina D de esta manera. Muy pocos alimentos la contienen de manera natural.
En la niñez, el cuerpo utiliza estos minerales para producir y desarrollar los huesos. Si usted no obtiene suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe el calcio suficiente de la dieta, la producción de hueso y los tejidos óseos pueden sufrir severas complicaciones en el tiempo.
La deficiencia de vitamina D puede llevar al raquitismo (reblandecimiento y debilitamiento de los huesos) en niño y a desarrrollo de cáncer, diabetes, enfermedades autoinmunes, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares o incluso el deterioro cognitivo en adultos.
Por ello, los expertos recomiendan intentar de tomar el sol entre 10 y 20 minutos desde la ventana, el balcón, la terraza o el jardín sin protección solar. Todo aquello a lo que se pueda acceder y dé el sol, lógicamente sin saltarse las normas impuestas por el estado de alarma. Asimismo, mantener las ventanas, las persianas y las cortinas en lo posible abiertas para permitir la entrada de luz natural durante el día.
El deporte y la actividad física también favorecen la absorción de calcio y vitamina D.
Por otra parte, si bien muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural, entre ellos encontramos:
- Los pescados grasos, como el salmón y el atún se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina D.
- El hígado vacuno, el queso y la yema de huevo contienen cantidades menores.
- Los champiñones aportan cierta cantidad de vitamina D.
- La leche entera y el queso
- Brócoli y tofu
- Ciertos cereales para el desayuno y algunas marcas de jugos de naranja, yogurts, margarinas y bebidas a base de soja contienen vitamina D agregada.
Para esto, es importante consultar siempre las etiquetas antes de consumir un producto del cual no tenemos certeza.
¡Manténte sano durante esta cuarentena!