Una buena noticia. Expertos de la Universidad alemana de Tübigen y de la Universidad CEU Cardenal Herrera descubrieron que un medicamento que sirve para combatir el cáncer, también sería útil para tratar la retinosis pigmentaria hereditaria.
Se trata de una patología definida por la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por sus siglas en inglés) como “un grupo de problemas oculares” que afectan las células de la retina, cambiando la percepción que ésta tiene sobre la luz.
En concreto, las personas que la padecen pierden gradualmente la visión, aunque no llegan a estar completamente ciegas.
Según un comunicado de las casas de estudio que recoge el portal español ABC, el estudio entregado en octubre pasado investigó el grupo de inhibidores farmacológicos de la enzima poli ADP ribosa polimerasa (PARP), utilizado en los tratamientos para el cáncer.
Tras aplicar un modelo experimental en animales, los expertos descubrieron que los inhibidores de la sustancia tendrían un efecto en la retinosis pigmentaria. En concreto, su aplicación reduciría hasta en un 40% la muerte de células de la retina.
Debido a que el trastorno ocular no tiene una cura, el descubrimiento permitiría iniciar nuevos tratamientos, reduciendo costos y tiempos.
En tanto, la AAO detalla que “la retinitis pigmentaria es una enfermedad genética, lo que significa que se puede pasar de generación en generación. El tipo y la velocidad de la pérdida de visión por retinitis pigmentaria varía de persona a persona”.
El proyecto fue liderado por la coordinadora del grado en Óptica y Optometría de CEU, María Miranda. Además, participó un equipo de investigadores de Tübingen dirigidos por la doctora Ayse Sahaboglu.