Debido a la naturaleza inquieta de los niños, es frecuente que en sus primeros años sufran caídas, golpes o lesiones que aunque aparatosas en muchas ocasiones, no suelen revestir gravedad en la mayoría de los casos.
De entre los accidentes más comunes en la infancia están los golpes en la zona de los ojos y las heridas o erosiones leves en la córnea como resultado de un arañazo o de la introducción de un cuerpo extraño.
Te explicamos cómo actuar en estas situaciones y cuándo es necesario acudir a un especialista.
Golpes en la zona del ojo: ¿cómo actuar?
Con frecuencia, los golpes en el ojo en niños suelen producirse ante un codazo, manotazo o cabezazo accidental por parte de otra persona, o por el impacto de un juguete, una pelota o cualquier otro objeto.
Tras un golpe en el ojo es especialmente notable el dolor y la infamación de la zona. También es posible apreciar un enrojecimiento de la piel alrededor del ojo que con el paso de los días irá adquiriendo diferentes tonalidades como morado, verde o amarillo, como sucede con cualquier hematoma.
Al igual que haríamos con un golpe en cualquier otra zona del cuerpo, lo primero que debemos hacer es colocar hielo para bajar la inflamación y aliviar el dolor. Nunca aplicaremos el hielo en contacto directo sobre la piel (debemos envolverlo previamente en un pañuelo para no provocar quemaduras) y tampoco haremos presión sobre el golpe.
Es importante mantener la calma y consolar al niño para evitar que se frote el ojo o se toque, pues podría empeorar el dolor.
La mayoría de traumatismos oculares en niños presentan sintomatología leve, y en el transcurso de una a dos semanas la lesión visible sobre la piel habrá desaparecido por completo.
Sin embargo, es importante consultar con un especialista en caso de que tras el golpe el dolor sea intenso o no mejore, veamos algún derrame ocular dentro del ojo, haya problemas de visión y/o dolores de cabeza, y por supuesto, en caso de heridas abiertas en los párpados que puedan requerir sutura.
Arañazo o rasguño dentro del ojo: ¿cómo actuar?
La entrada de un cuerpo extraño en el ojo es bastante frecuente en niños y adultos, sin que en la mayoría de los casos revista ninguna gravedad. Pero podrían darse otras situaciones que requieran de atención médica debido a un daño en la córnea.
Esto puede suceder, por ejemplo, cuando se produce un arañazo o rasguño dentro del ojo por la entrada de una rama, la uña, el canto de un folio, tierra, un pedazo de cristal que salta al romperse algo…
Los síntomas que se producen tras una lesión en el interior del ojo son:
- Lagrimeo
- Enrojecimiento
- Dolor y/o pinchazos dentro del ojo
- Escozor fuerte
- Sensibilidad a la luz o fotofobia
- Imposibilidad de abrir el párpado
- Derrame dentro del ojo
Si esto ocurre es muy importante que el niño no se frote el ojo, pues la lesión podría empeorar considerablemente. Lo primero que debemos hacer es enjuagar el ojo durante 15 minutos con agua o suero fisiológico, y después valorar.
Si el dolor no se calma, el ojo supura, el niño experimenta cambios en la visión u observamos derrame o cualquier cambio visible en la superficie del globo ocular, será necesario acudir de inmediato a urgencias para valorar una posible lesión en la córnea.
Las erosiones superficiales -que son a menudo las más comunes- suelen curar por sí solas sin necesidad de tratamiento. En otros casos puede ser necesario el uso de colirio o pomada antibiótica, pero siempre recomendada por el médico.
Fuente: Bebés y más