Sufrir una afección ocasional en un ojo no implica motivos para preocuparse. Sin embargo, de tratarse de una dolencia frecuente o persistente en el tiempo, se recomienda acudir donde un especialista en salud ocular que analice y determine la causa y el posible tratamiento.
La visión borrosa protagonizada por una “pérdida de la agudeza visual y la incapacidad de ver pequeños detalles es uno de los problemas más frecuentes que las personas han padecido durante la cuarentena debido al exceso de exposición frente a pantallas y tecnología.
Este problema ocular puede estar motivado por diferentes causas que los especialistas en oftalmología tienen en cuenta a la hora de elaborar un diagnóstico. La visión borrosa, en un ojo o en ambos, puede ser una manifestación de otras afecciones oculares.
Tal y como explican los expertos, las patologías que presentan este síntoma pueden ser las siguientes:
– Errores de refracción como la miopía, el astigmatismo corneal y la hipermetropía. Estos nos dificultan la visión de lejos o cerca, y pueden ser solucionados con el uso de anteojos, lentes de contacto o mediante una cirugía refractiva lasik.
– Cataratas: este problema ocurre cuando el cristal natural de nuestro ojo pierde visión, ya que el cristalino transparente se opacifica”. Es un problema que suele derivar del proceso natural del envejecimiento.
– Vista cansada o presbicia: ocurre como consecuencia de la pérdida de elasticidad del cristalino. Suele aparecer a partir de los 40 años de edad.
– Diabetes: el desequilibrio de azúcar en la sangre puede también ocasionar visión borrosa, ya que tienen una mayor predisposición a sufrir un retinopatía diabética. De no ser detectada de forma precoz, puede causar ceguera.
– Migrañas: debido al intenso dolor de cabeza, la persona puede ver borroso por un ojo o por ambos.
– Esclerosis múltiple: esta enfermedad neurodegenerativa puede tener como consecuencia la aparición de diversos problemas en los ojos.
– Estrés o fatiga ocular: esta puede ser una de las principales causas que se manifiesta de forma puntual y desaparece cuando se descansa la mirada. Cada vez son más comunes los casos de fatiga ocular como consecuencia del uso frecuente de pantallas electrónicas en ordenadores, móviles o televisiones.