La visión es uno de los grandes problemas por los efectos de la pandemia. Por ello, es importante saber diferencias entre el uso de anteojos de sol, descanso y los de oficina.
El comportamiento en la demanda de mercados, como todos los sectores, tuvo variaciones por la pandemia del covid-19. Por ejemplo, la crisis actual generó un aumento especial en la oferta y compra de anteojos de descanso y de oficina, esto, por una mayor exposición a las pantallas digitales que creó una necesidad de proteger los ojos de la famosa luz azul.
Al igual, con la flexibilización de las restricciones, las personas han empezado a estar más fuera de sus casas que antes. Por lo que con la llegada de las vacaciones en un año con menos restricciones por la pandemia y un boom por cuidar cada aspecto de la salud, los expertos en la salud visual recomiendan dirigir la atención hacia una adecuada protección ocular.
Para ello es crucial tener en cuenta las diferencias entre los anteojos de sol, de descanso y de oficina, para así evitar daños en la capacidad y calidad visual.
Lo primero que usted debe tener en cuenta a la hora de elegir unos lentes es su necesidad. En el caso de los anteojos de sol, estas son propicias para proteger los ojos de la radiación UV, elegir aquellas que tengan capacidad de absorber el 100% de la radiación de luz solar y que protejan toda la zona de los ojos.
Y es que este tipo de anteojos en particular lo que hace es proteger a las personas de enfermedades oculares no solo causadas por el sol, sino por el viento, la arena o la nieve.
Esos daños comunes por no utilizar gafas de sol son las de degeneración ocular, la creación de cataratas, y aparición de enfermedades como conjuntivitis.
Por ello, entre las recomendaciones de los expertos a la hora de escoger lentes de sol, es que además de que tengan filtros UV, tengan ‘tinte’. Este factor ayuda a disminuir la intensidad de la luz. Así mismo, es recomendable que tenga filtro para mejorar la calidad visual. Una de las más funcionales son las polarizadas y transitions.