El verano ya casi llega y, con ello, los días de calor, playa y sol. Sin duda, una de las formas de pasar las horas es al aire libre, en un campo o en una playa. El problema: la exposición al sol.
Y es que más allá de los daños que los rayos Ultravioleta pueden producir en la piel, existen afecciones que podrían causar estragos en la salud ocular.
En este sentido, uno de los problemas que podría aparecer a causa del calor extremo es la sequedad en el ojo. El sitio especializado Medline Plus detalla que esta afección consiste en que “el ojo es incapaz de mantener una capa saludable de lágrimas”.
Si bien entre sus causas se encuentra la edad, el uso de lentes de contacto y el tabaquismo, también podría producirse por estar en un ambiente muy seco o el calor.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que otra de las consecuencias de la exposición al sol podría ser la fotoqueratitis -inflamación de la córnea- y la fotoconjuntivitis -inflamación de la conjuntiva-. Ambas muy dolorosas, pero que suelen ser reversibles.
Otra afección podrían ser las cataratas, que son la principal causa de ceguera a nivel mundial. Estas se caracterizan por una acumulación de pigmentos en el ojo causando visión borrosa o doble, resplandor ante luces y dificultad para ver de noche.
En tanto, otra patología que podría resultar más grave es el cáncer de ojo. La OMS advierte que “la evidencia científica actual sugiere que diferentes formas de cáncer de ojo pueden estar asociadas con la exposición al sol durante toda la vida”. Explican, además, que el tipo más común es el melanoma y que uno de los lugares más comunes en los que aparece es en el párpado.