Durante la actual pandemia por COVID-19, no son pocos los métodos de protección, prevención o desinfección que se han desarollado para evitar la propagación del virus. Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con certificaciones o evidencia científica que los valide realmente.
Las pantallas de plástico, máscaras o viseras que han tenido gran éxito en plataformas de compra y venta como Amazon y su uso está totalmente extendido en el mundo, si bien brindan protección y comodidad pues se ajustan directamente a la cabeza con tiras ajustables, no hay datos científicos que comprueben su verdadera funcionalidad, ya que muchas de ellas son donadas por empresas anónimas a los profesionales del área de la salud, supermercados y otros trabajadores imprescindibles como método de protección contra el Coronavirus. Su función está orientada básicamente a proteger el área ocular y facial como protección específica de los ojos frente a gotas o fluidos, dado que todas estas viseras permiten la ventilación.
A pesar del uso extendido de estas pantallas de plástico, esto no le otorga evidencia científica, y no deben ser un sustituto de las mascarillas, sino un complemento ya que su protección es bastante menor aún cuando pueden brindar mayor comodidad y no cuentan con un verdadero respaldo o estudio más acabado sobre su real efectividad.
Las viseras protectoras no protegen por sí solas contra el contagio del coronavirus, y por ello no está aconsejado su uso en la población general. Ni protegen del contagio, ni evitan la transmisión si uno mismo sufre el virus.
De acuerdo a Fernando Simón, médico y epidemiólogo español, Director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, “la mejor mascarilla son los dos metros de distancia”.
Y, de hecho, ese es el consejo generalizado en todo el mundo por parte de los responsables del área de la salud: la mascarilla, los guantes e incluso las pantallas protectoras pueden dar una falsa sensación de seguridad, infravalorando e incluso olvidando que la distancia es la mejor forma de evitar el contagio.
Finalmente, si bien hay médicos que homologan el uso de estas pantallas de plástico, muchos otros desaconsejan su utilización, advirtiendo que la mascarilla siempre será la opción principal, siendo los demás métodos una forma más de protección añadida, un complemento que se puede sumar a las pautas habituales como lavarse las manos, el distanciamiento social, toser en el codo o el uso de mascarillas, pero en ningún caso la única forma de protección.